Titulo: DAMASCO SUITE, notas de un viaje a la ciudad viva más antigua del mundo.
Editada por: AHORA Ediciones de Bibliofilia en el año 2.004.
Edición bilingüe: Español-Inglés.
Prólogo de: Vicente Verdú.
Textos: relato original de Alberto Corazón.
Páginas: 148
Estuche Medidas: 44 x 32 x 4,5 cms.
Diseño: Pedro Manzano
Con 20 grabados de Alberto Corazón, firmados a mano con lápiz por el artista y numeradas por el editor.
Técnica:
Serigrafía.
Edición: 295 ejemplares + 60 ejemplares en números romanos del I al LXX
6 ejemplares para deposito legal, 12 ejemplares de A a L para colaboradores.
Ejemplar: LXII.
Obras incluidas en este libro de grabados:
1.- Damasco Suite, Serigrafía de 43 x 31 cms.
2.- Damasco Suite, Serigrafía de 43 x 31 cms.
3.- Damasco Suite, Serigrafía de 43 x 31 cms.
4.- Damasco Suite, Serigrafía de 43 x 31 cms.
5.- Damasco Suite, Serigrafía de 43 x 31 cms.
6.- Damasco Suite, Serigrafía de 43 x 31 cms.
7.- Damasco Suite, Serigrafía de 43 x 31 cms.
8.- Damasco Suite, Serigrafía de 43 x 31 cms.
9.- Damasco Suite, Serigrafía de 43 x 31 cms.
10.- Damasco Suite, Serigrafía de 43 x 31 cms.
11.- Damasco Suite, Serigrafía de 43 x 31 cms.
12.- Damasco Suite, Serigrafía de 43 x 31 cms.
13.- Damasco Suite, Serigrafía de 43 x 31 cms.
14.- Damasco Suite, Serigrafía de 43 x 31 cms.
15.- Damasco Suite, Serigrafía de 43 x 31 cms.
16.- Damasco Suite, Serigrafía de 43 x 31 cms.
17.- Damasco Suite, Serigrafía de 43 x 31 cms.
18.- Damasco Suite, Serigrafía de 43 x 31 cms.
19.- Damasco Suite, Serigrafía de 43 x 31 cms.
20.- Damasco Suite, Serigrafía de 43 x 31 cms.
La memoria, ese olvido: Damasco Suite
Se trata de unas “Notas de un viaje a la ciudad viva más antigua del mundo”. Con textos y serigrafías del propio Alberto Corazón. Y prólogo del escritor y periodista Vicente Verdú. Alberto Corazón se implicó de lleno en el trabajo de la editorial Ahora. Él mismo fue quien propuso a Pina cambiar su imagen corporativa, diseñando un nuevo logotipo para la editorial. No en vano, estaba llevando a cabo una de las facetas por las que había conseguido el Premio Nacional.
Así se abre la obra al lector: “Me despierto al amanecer./ He tenido un sueño./ Un árbol extiende sus ramas sin hojas, / ramas de las que cuelgan/ pequeños trozos de telas, blancas, rojas y negras...”. Alberto Corazón, amén de pintor, diseñador y tantas otras facetas, es un enamorado de los libros y de su edición. Y un soñador que apela a la memoria, que es el mayor de nuestros olvidos: “Lo importante –asegura– es poder recordar, y poder hacerlo cuando lo necesitas. Aunque recuerdes cosas que nunca sucedieron. Sin memoria no tardaríamos en desmoronarnos”.
Alberto Corazón es un pintor apasionado, un viajero devorador de nuevos escenarios. Un experto conocedor de los laberintos de la imaginación. Y bien que se nota en su Damasco suite. Vicente Verdú, en el prólogo de la obra, escribe que el aspecto explícito de la pintura de Alberto Corazón “es, paradójicamente, su inquebrantable secreto”. Y añade: “No hay modo de quedarse sosegado o complacido con lo que se ve o advierte a primera vista porque la rotundidad de lo visible delata, como paradoja, un sentido mucho más fuerte detrás”.
La obra, sexto libro de la editorial Ahora, fue presentada en Madrid, en la Biblioteca Nacional, por su directora, Rosa Regás. Y en este punto también es preciso detenerse para contar una anécdota. Alberto Corazón dejó el libro, ya editado, sobre la mesa de un despacho de la Biblioteca Nacional. Rosa Regás, que advirtió su presencia, sucumbió a la tentación de hojearlo. No pudo evitar el llevárselo a casa. Y al día siguiente le propuso al autor presentarlo allí mismo, e inaugurar para ello una nueva sala, llamada Hipóstila.
José Belmonte Serrano
Universidad de Murcia
Fragmentos del catálogo LIBROS CON ARTE
Comunidad Autónoma de Murcia (Marzo 2007)
El aspecto más explícito de la pintura de Corazón es, paradójicamente, su inquebrantable secreto. No hay modo de quedarse sosegado o complacido con lo que se ve o advierte a primera vista porque la rotundidad de lo visible delata, como paradoja, un sentido mucho más fuerte detrás. No un sentido diferente a lo que se observa, ni tampoco una estratagema de sentidos complejos, sino que cada forma posee en su interior una potencia difícil de revelar y sólo alcanza a manifestarse a través de su modo henchido y exacerbado. ¿Un discurso extraño? Más bien un discurso fundacional o trascendente. Discurso que no puede en realidad hablarse o de la clase correspondiente a la sentencia de Celine cuando afirmaba que «nada es más terrible que lo que no se ha dicho». Así las formas y colores de Alberto Corazón no forman parte de lo que se dice, de la clase del lenguaje que se articula o circula, se interpreta, se entiende y se asimila. Precisamente los mensajes nutricios de su arte son imposibles de metabolizar y muchos, incluso, imposibles de encuadrar. Son, en suma, antes objetos puros que traducciones de la objetividad, trozos de mundo en crudo más que interpretaciones de la mundanidad. Cada uno de ellos, en dos o tres dimensiones, se incorporan a nuestro entorno como nuevas muestras telúricas que, como en los mitos, comportan cábalas e inspiraciones para vivir. La totalidad de las creaciones de Alberto Corazón son por ello como efectos naturales; o sobrenaturales. A menudo innegociables, definitivos, únicos, porque su manera de producir arte se ha integrado con la obra de la Naturaleza del Mundo, de manera que alguna vez acaso se entenderá que este artista no compite con otros artistas sino que forma parte del sentido primordial de las cosas que existen, viven eternamente o perdurablemente continúan en su mutismo.
Mundo mudo o mudo mundo. El máximo abrazo con aquello verdaderamente importante no desprende una partícula de ruido. El mutismo con que nos aferramos a la pintura de Alberto Corazón proviene del silencio mineral con el que se ha forjado, en cuanto cosa o imagen. En esta dialéctica, básica y hasta abisal, se funda la poética de Alberto Corazón y el imponente respeto que suscita. No hay palabras capaces de moderar lo expuesto sobre el cuadro, ni el cuadro mismo. Como no hay palabras tampoco para explicar el sentido de un poema. Los buenos versos son aquéllos que comunican no por su significado transmisible sino que actúan mediante el retumbo directo de sus palabras en la carne. Así es, en definitiva, la pintura de Alberto Corazón. Una pintura que estimula al ser humano en su condición matérica y al que se refiere siempre como otra obra tangible. Nada, por tanto, posee mayor atractivo e importancia en la obra de Alberto Corazón que la interacción física con el sujeto, el contacto del ojo y la piel del espectador con la composición propuesta. En ese trance, cara a cara, silencio a silencio, la obra encuentra a su amante ideal, la primera condición humana, y la condición humana tropieza con otra nueva materia primigenia. ...
Vicente Verdú
Fragmentos del prólogo para el libro "Damasco Suite"
Me despierto al amanecer.
He tenido un sueño.
Un árbol extiende sus ramas sin hojas,
ramas de las que cuelgan
pequeños trozos de telas, blancas, rojas y negras,
y también hojas de estaño
en las que está escrita una sola palabra,
y yo sé que tengo que leer esas palabras en un cierto orden.
Comienza a nevar en mi sueño
pero no siento nada de frío.
El zouc es una laberíntica red de galerías
subterráneas que, más que construída,
parece tallada en la piedra.
Bóvedas bajas y estrechas
pasillos por los que, además, circulan
bicicletas, motocarros, asnos pequeños y
blancos, cabalgados por críos que
les azuzan para ir más rápidos.
Cada arteria de esta trama
es la calle de algo, de telas,
pieles, correajes y sedas para beduinos,
de lanas de oveja, de cabra, de camella,
apiladas en sacos, de cintas de colores,
cuerdas, pasamanería y cordeles de
todas las clases imaginables,
la callejuela de oro,
sólo piezas de oro y sin nada más
que oro, de carne, que van cortando
directamente del becerro y los corderos,
a los que cuelgan de las patas traseras,
de los zapatos o de las especias
y de los frutos secos.
Alberto Corazón
Fragmentos del texto para el libro "Damasco Suite"
Alberto Corazón Climent (Madrid, 1942). es un diseñador, fotografo, escultor y pintor español. Algunos de sus más conocidos diseños representan los logotipos de instituciones y empresas españolas como la Biblioteca Nacional, Casa de América, Ministerio de Sanidad y Consumo, Junta de Andalucía, Universidad Autónoma de Madrid (UAM), Compañía Nacional de Teatro Clásico, ONCE, Paradores, Renfe Cercanías, SGAE, Centro Cultural de la Villa de Madrid, etc. Ha sido fundador y presidente de la Asociación Española de Diseñadores Profesionales. En noviembre de 2006 ingresó en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando con la creación de la disciplina de diseñador en dicha institución.
Trayectoria
Nacido en Madrid en 1942, entre 1960 y 1965 cursó en su Universidad estudios de Sociología y Ciencias Económicas mientras, a partir de su interés por el dibujo y la pintura, se iniciaba en el diseño gráfico, un capítulo insólito por no decir inexistente en esos últimos años de la dictadura franquista. En ese periodo crea de forma colectiva la editorial Ciencia Nueva; también presenta sus primeras exposiciones de pintura en Turín y en Milán.
Participa en los primeros pasos del “arte conceptual” que en el inicio de la década de 1970 organizó España la Galería Redor. Hace sus primeras exposiciones en 'espacios alternativos' y continúa mostrando su obra en Europa (Italia y Alemania), y estará presente en la Bienal de Venecia de 1976 junto con Tàpies y el Equipo Crónica. Dos años después fue invitado en la Bienal de París para exponer en el Petit Palais junto con Antonio Saura. Su última aportación al «idea art» tuvo lugar en la Galería Alexander Iolas de Nueva York en 1979 con el proyecto antológico denominado Leer la Imagen 3.
En 1989 recibe el Premio Nacional de Diseño. En el campo internacional será sucesivamente galardonado con los premios más considerados en el área de la Comunicación Visual — Arts Director Club de Nueva York, el British Design y el Design Council International— y reconocido por maestros del diseño como Otl Aicher. Dentro del trabajo de gestión artística profesional, además de presidir distintas entidades laborales y artísticas, ha sido Comisario Científico de la exposición Signos del Siglo: 100 años de diseño gráfico en España. Una encuesta realizada en 2000 por la revista profesional El Publicistale reconoce como el diseñador gráfico español más influyente del siglo XX.
En 2006 pronunció su discurso de ingreso en la Real Academia de San Fernando, titulado Palabra e Icono: Signos, Madrid. En 2007 realizó el pedestal para la última cabeza de Antonio Machado de la serie realizada por el escultor Pablo Serrano, que el 19 de junio de 2007 se instaló en los jardines de la Biblioteca Nacional de Madrid.
Antológicas y retrospectivas en el siglo XXI
Inicia el siglo con una antológica en el Círculo de Bellas Artes de Madrid “Alberto Corazón, pinturas y esculturas 1992-2002”, que luego recorrería España. En 2003, está presente en la muestra de “Arte Español para el Exterior”, organizada por SEACEX-Ministerio de Asuntos Exteriores español, con destino a instituciones culturales de Siria, Jordania e Irán. Antológica del IVAM en 2008 (mostrando su obra entre 1968 a 2008), que en el siguiente año viajó a museos asiáticos (Hanoi y Shangái). Ese mismo año de 2009, el Museo de Arte Contemporáneo de Madrid montó la retrospectiva, “Alberto Corazón. Plaza Mayor y otros trabajos conceptuales de los 70”. En 2013 Trabajar con Signos. Diseños de Alberto Corazón, una exposición antológica desde 1963 a 2013 recorrió diversos museos españoles.
Corazón tiene obra escultórica pública en Madrid, Murcia, Alicante, Mallorca, Jerez, y en instituciones como el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, el IVAM (Institut Valencià d’Art Modern), el Museo de Bellas Artes de Bilbao o el Museo de Arte Contemporáneo de Madrid.
Selección de publicaciones
La Evolución de un Pictograma Alfabético, (1985)
Alberto Corazón, Pinturas & Esculturas.
Escritura suspendida, en las pinturas y esculturas de Alberto Corazón, (2004)
El bodegón habla de otras cosas, (2005)
Aire, fuego, tierra, agua, (2007)
Una mirada en palabras, (2008)
Una experiencia transversal, (2011)
Damasco Suite, somos imágenes, (2011)
¿Es la memoria un cazador furtivo? La cesta de frutas de Caravaggio como
pretexto. (2013)
Selección de premios
Premio Nacional de Diseño (1989);
Medalla de Oro del American Institute of Graphic Arts (Gold Medal Award. Arts
Directors Club, Nueva York);
Gold award del The Designers Association of London;
Premio del American Institute of Graphic Arts.
2.400,00 €
Precio final. Envío gratuito a países seleccionados
Envío gratuito a los siguientes países: España Mostrar más Mostrar menos